martes, 11 de enero de 2011

Adolescencia

La adolescencia es ese estado en el que un@ puede sentirse en limbo, porque ya no se es niñ@, pero tampoco se es adult@. La adolescencia implica cambios físicos y emocionales para los propios adolescentes y también cambios en la organización y relaciones familiares. Hay distintas etapas en la adolescencia y cada una trae consigo sus perculiaridades particulares.
La adolescencia se ve de forma muy distinta dependiendo de si eres el propio adolescente o si eres madre o padre del adolescente. Para preparar esta sección, hemos hablado con ambos grupos. Con los adolescentes que experimentan sensaciones aparentamente opuestas de total rabia, o de felicidad desmesurada, de amor o de odio... a veces ambas en cuestión de horas. Adolescentes que no comprenden por qúe se les quiere "controlar", que quieren más independencia, que no entienden por qué sus padres se irritan con tanta felicidad, que a veces se sienten los dueños del mundo, y otras veces les invade la inseguridad. Adolescentes que se sienten orgullosos, o horrorizados, por los cambios físicos de la pubertad. Adolescentes que les cuesta concentrarse, que se aburren con facilidad, que desafían al establishment, sea la familia o sea el colegio, con tal de desafiarse.
Y padres que a veces sienten como si no conociesen este "nuevo" miembro de su familia. Que añoran al niñ@ de antes. Que no saben, o no quieren, apoyar al adolescente en su deseo de tener mayor independencia.
Padres que temen perder el control de la situación, temen el mundo de las drogas y el alcohol, no comparten los nuevos valores de sus hijos adolescentes y necesitan aprender cómo negociar unas normas que sean acceptables para todos los implicados.
Esperamos que esta sección sea útil para tod@s. Los artículos han sido aportadas por adolescentes, madres, padres, hermanos pequeños de adolescentes, expertos profesionales y docentes que experimentan los problemas de la adolescencia y las alegrías desde una perspectiva u otra.
Al incluir a todos los implicados, esperamos ofrecer consejos y experiencias que nos ayuden a todos a afrontar la adolescencia y, por qué no, ¡hasta disfrutarla!




http://usuarios.multimania.es/puntodevista/Pr/tema20/tema20.html

lunes, 10 de enero de 2011

Hablar con los adolescentes sobre sexo.

A todos los padres les gusta pensar que sus hijos, ya sean varones o mujeres, siempre se comportarán apropiadamente y con responsabilidad y que no tendrán ninguna clase de relación sexual antes de cumplir los 21 años. Los padres que verdaderamente crean esto seguramente se habrán olvidado lo que es ser un adolescente.
Los adolescentes son curiosos y sus hormonas están en efervescencia. Los mismos estarán experimentando sentimientos y emociones con las cuales nunca antes han tenido que lidiar. Y, enfrentémoslo, la mayoría de ellos harán exactamente lo contrario a lo que usted les aconseje. Pero esto no significará que no serán capaces de comportarse responsablemente. No obstante, si usted limitara el conocimiento sexual de sus hijos, utilizando una actitud de "si no saben nada al respecto, no lo harán" , podría estar perjudicándolos en lugar de beneficiarlos. Los adolescentes tendrán sexo sin importar si usted lo permite o no. Algunos decidirán que preferirán esperar o abstenerse por razones morales o religiosas. Otros no.
A pesar de que crea estar seguro acerca de lo que sus hijos harán, es realmente importante hablar con ellos acerca del sexo. El hecho de hacer del sexo un tema tabú o un "asunto fuera de los límites" de discusión podría realmente incrementar su interés aún más y provocar que experimenten el sexo a una edad más temprana, contando con poco o quizás ninguna clase de información acerca de lo que esto podría acarrearles. Podría llegar a ser intimidante e incómodo hablar con sus hijos sobre sexo, y ellos podrían salir del cuarto gritando y cubriéndose los oídos durante los primeros minutos de la conversación; pero siga adelante y sea perseverante (siempre de manera casual).
Desarrollando una Buena Relación
Es muy importante mantener una comunicación abierta con sus hijos. También es importante acordarse de no darles sermones. El hecho de no decirles qué es lo que deben pensar es lo mejor para ellos; pero sería esencial que les contara las experiencias de cuando usted fue adolescente. ¿Qué clase de problemas tenía?. ¿Cómo pudo lidiar con ellos?. ¿Qué pensaba de sus padres cuando éstos trataban de ayudarlo (o evitar alguna situación de manera conjunta)? .
Sea Honesto y Abierto
Por otro lado, debería ser honesto acerca de su posición respecto de esos temas hoy en día. Su actitud referida al sexo siendo una adolescente podría no ser la misma que su actitud actual. Si fuera sincero acerca de sus pensamientos sobre este tema, le ayudaría a su hijo adolescente a sentirse más cómodo y más propenso a hablar sobre sus propios sentimientos.
No obstante, lo más probable es que ellos no quisieran contarle todo de una sola vez. Usted debería comenzar muy lentamente y quizás podría hablar del tema sin tapujos desde el principio. A medida que su hijo adolescente se vaya sintiendo más cómodo, comenzará a hablar más abiertamente; pero esté preparado para oír cosas con las cuales no estará de acuerdo y trate de afrontarlas calmadamente. Sólo porque usted se oponga al sexo prematrimonial no le garantizará que su hijo pensará lo mismo. Si usted los confrontara con un punto de vista opuesto, no comience a gritarles o a darles sermones. De esta manera les estaría enviando un mensaje en el cual podrían descubrir que usted sólo querrá hablar si ellos están de acuerdo con su manera de pensar. En lugar de ello, hágales preguntas calmadamente; trate de ver cómo se están sintiendo al tener que recorrer el camino que les toca transitar en este momento de sus vidas.
Quizás haya algunos temas, como por ejemplo el aborto, sobre los cuales no tiene una idea clara y segura acerca de la posición que debería tomar. Si esto sucediera, sea honesto y dígales que no está seguro sobre su manera de pensar respecto a este tema en particular y explíqueles por qué. Además, asegúrese de que la conversación sea un ida y vuelta, donde ambas partes puedan expresar sus puntos de vista. Hágales preguntas a sus hijos, quizás debería utilizar alguna situación tomada de algún programa televisivo, el cual estuvieran viendo juntos; y escuchar qué es lo que tienen que decir al respecto. ¡No los interrumpa!. Si usted estuviera interrumpiéndolos continuamente, ellos sentirán que usted no está escuchando ni teniendo en cuenta sus opiniones.
Dé un Buen Ejemplo
No olvide que sus hijos aprenden de lo que ven, no sólo de lo que oyen; es por ello que debería asegurarse de dar buenos ejemplos para que ellos pudieran tomarlos como referencia. Cerciórese de tratar a los demás con respeto y de actuar responsablemente en todas sus relaciones. Enséñele a su hija a estar preparada para afrontar las circunstancias de la vida y explíquele que puede decir que no al sexo, a las drogas o a cualquier otra cosa que no quisiera hacer sin tener que sentirse culpable por ello.
Asegúrese de que sus hijos sepan y vean que a las mujeres hay que tratarlas con respeto en todo momento sin importar quién diga lo contrario. Pero también enséñele a su hijo que puede decir que no. Él no tiene la obligación de tener relaciones sexuales si no lo desea o si no está preparado, incluso si pensara que todos sus amigos ya las han tenido. En las discusiones que mantenga con su hija o con su hijo, hable sobre la manera de evitar quedar atrapado en una situación sexual indeseable. Usted podría imponer límites en las relaciones de su hijos, ¡pero sea realista al respecto!. Su hijo querrá tener una cita antes de cumplir los 25 años. Usted podría querer desanimar a sus hijos con respecto a salir con alguien significativamente mayor o menor que ellos. Una diferencia de dos o tres años es usualmente normal; si la misma fuera de diez años ya dejaría de serlo.
La Importancia de la Educación
Otra
área sumamente importante en la vida de un adolescente es la escuela. Para muchos adolescentes, la escuela pasa a ser un lugar para socializar con otros jóvenes en lugar de ser un sitio donde pueden aprender, una vez que cumplen los 13 años más o menos. Anime a su hijo a que balancee ambos aspectos. Muéstreles la importancia de tener una buena educación y todas las oportunidades que existen para aquellos que poseen un alto nivel en materia educativa. Lo más recomendable sería que investigara sobre diferentes universidades o escuelas superiores que se encontraran fuera del área en la cual reside o incluso aquellas emplazadas en el extranjero. Muchos adolescentes no pueden esperar para comenzar a vivir las aventuras que les depara la vida. El hecho de saber que tendrán innumerables y emocionantes oportunidades en un futuro cercano podría ayudarlos a realizar las elecciones más apropiadas en sus vidas.
Esté al tanto de las calificaciones de sus hijos; con frecuencia, el primer signo que podría indicar la presencia de algún problema en la vida de un adolescente se verá reflejado repentinamente en sus calificaciones. No limite el aprendizaje de sus hijos solamente a la escuela. Si tuvieran un pasatiempo o alguna clase de interés, anímelos a practicarlos fuera de la escuela. Inscríbalos en una clase de fin de semana en un centro comunitario o quizás ellos prefieran participar activamente en algún equipo de deportes que represente a su comunidad. Cerciórese de brindarles todo su apoyo para que puedan lograr sus metas, sin importar cuán pequeñas puedan ser; para que de esta manera ellos puedan saber que tienen aptitudes para alguna actividad en particular, que han logrado algo, y que lo que ellos hacen es importante para usted.
El hecho de construir un vínculo estrecho con su hijo es crucial, pero podría llevarle mucho tiempo y esfuerzo, especialmente cuando éstos son adolescentes. Enfrentémoslo, los padres raras veces consideran "cool" lo que hace su hijo de 14 años. A pesar de que algunas veces se sentirá frustrado, deje que las cosas sigan su curso normal. Hablar con su hijo adolescente e involucrarse en su vida es una de las mejores maneras de asegurarse de que su niño actuará con responsabilidad cuando deba hacerlo.

jueves, 6 de enero de 2011

Tasas de embarazos en adolescentes.


El tema de los embarazos adolescentes es un motivo de gran preocupación para muchas personas en todo el mundo. Es por ello que se han llevado a cabo innumerables esfuerzos para educar a los jóvenes acerca de todo lo atinente al sexo y a los diferentes métodos de control de la natalidad. La disminución de las tasas de embarazos adolescentes en los países occidentales industrializados ha demostrado que dichos esfuerzos han dado buenos resultados, a pesar de que los números están lejos de ser los esperados.

Aunque los Estados Unidos están entre los países con las tasas de embarazos adolescentes más bajas a nivel mundial, aún poseen la tasa de embarazos adolescentes más alta entre todos los países del Primer Mundo- países industrializados.

En el año 2000; el número total de embarazos adolescentes en los Estados Unidos fue de 821.810 (84 embarazos por cada 1.000 personas). Si se lo compara con las estadísticas de Canadá, las tasas de embarazos adolescentes en el año 2000 fue de 38.600 (38 embarazos por cada 1.000 personas). Por otro lado, otros países occidentales industrializados, como por ejemplo Suecia y Francia, han arrojado tasas de embarazos adolescentes aún más bajas que las de Canadá. Al comparar las tasas de EE.UU. con las de otros países, es fácil comprender por qué razón Estados Unidos es considerado uno de los países con mayores problemas cuando se habla del tema de los embarazos adolescentes.

En los Estados Unidos, el grupo etario de jóvenes de entre 18 a 19 años presentan las mayores tasas de embarazos adolescentes, seguido por el grupo etario de jóvenes de entre 15 y 17 años. No obstante, las tasas de jóvenes embarazadas de entre 15 y 17 años han descendido en gran medida, hasta llegar a un 23% entre los años 1992 y 2000; mientras que las tasas de jóvenes embarazadas de entre 18 y 19 años cayeron hasta alcanzar un 11%.

Los embarazos adolescentes son considerados como la principal causa de innumerables problemas. Las madres adolescentes son más propensas a no terminar sus estudios secundarios, terciarios o universitarios. Además, se estima que un 80% de las madres adolescentes terminan dependiendo de la asistencia social. Comparadas con las madres de 25 años en adelante; las embarazadas adolescentes tampoco son propensas a contraer matrimonio.

Un bebé cuya mamá es una adolescente es considerado una desventaja para la sociedad. Los bebés recién nacidos cuyas madres son adolescentes tienden a tener un peso muy bajo al nacer. A medida que van creciendo son más propensos a desempeñarse deficientemente en la escuela y cuentan con mayores posibilidades de sufrir abusos y abandono. Se ha demostrado que es muy probable que los hijos de madres adolescentes terminen en prisión o sean encarcelados en algún momento de sus vidas. Las hijas mujeres de madres adolescentes también cuentan con mayores riesgos de quedar embarazadas en la adolescencia.

 

lunes, 3 de enero de 2011

La adolescencia y las Drogas

Los adolescentes pueden estar comprometidos en varias formas con el alcohol y las drogas legales o ilegales. Es común el experimentar con el alcohol y las drogas durante las adolescencia. Desgraciadamente, con frecuencia los adolescentes no ven la relación entre sus acciones en el presente y las consecuencias del mañana. Ellos tienen la tendencia a sentirse indestructibles e inmunes hacia los problemas que otros experimentan. El uso del alcohol o del tabaco a una temprana edad aumenta el riesgo del uso de otras drogas más tarde. Algunos adolescentes experimentan un poco y dejan de usarlas o continúan usándolas ocasionalmente sin tener problemas significativos. Otros desarrollarán una dependencia, usarán luego drogas más peligrosas y se causarán daños significativos a ellos mismos y posiblemente a otros.

La adolescencia es el tiempo de probar cosas nuevas. Los adolescentes usan el alcohol y las otras drogas por varias razones, incluyendo la curiosidad, para sientirse bien, para reducir el estrés, para sentirse personas adultas o para pertenecer a un grupo. Es difícil el poder determinar cuáles de los adolescentes van a experimentar y parar ahí, y cuáles van a desarrollar problemas serios. Los adolescentes que corren el riesgo de desarrollar problemas serios con el alcohol y las drogas incluyen aquellos:
  • con un historial familiar de abuso de substancias
  • que están deprimidos
  • que sienten poco amor propio o autoestima
  • que sienten que no pertenecen y que están fuera de la corriente
Los adolescentes abusan de una variedad de drogas, tanto legales como ilegales. Las drogas legales disponibles incluyen las bebidas alcohólicas, las medicinas por receta médica, los inhalantes (vapores de las pegas, aerosoles y solventes) y medicinas de venta libre para la tos, la gripe, el insomnio y para adelgazar. Las drogas ilegales de mayor uso común son la marihuana (pot), los estimulantes (cocaína, "crack" y "speed"), LSD, PCP, los derivados del opio, la heroína y las drogas diseñadas (éxtasis). El uso de las drogas ilegales está en aumento, especialmente entre los jóvenes o adolescentes. Primero el uso de la marihuana ocurre en la escuela intermedia y el uso del alcohol puede comenzar antes de los 12 años. El uso de la marihuana y el alcohol en la escuela superior se ha convertido en algo común.

El uso de las drogas y el alcohol está asociado con una variedad de consecuencias negativas, que incluyen el aumento en el riesgo del uso serio de drogas más tarde en la vida, el fracaso escolar, el mal juicio que puede exponer a los adolescentes al riesgo de accidentes, violencia, relaciones sexuales no planificadas y arriesgadas y el suicidio.

Las señales principales del uso de alcohol y del abuso de drogas por los adolescentes pueden incluir:
  • Físicas: fatiga, problemas al dormir, quejas continuas acerca de su salud, ojos enrojecidos y sin brillo y una tos persistente.
  • Emocionales: cambios en la personalidad, cambios rápidos de humor, irritabilidad, comportamiento irresponsable, poco amor propio o autoestima, carencia de juicio, depresión, retraimiento y una falta general de interés.
  • De Familia: el comenzar argumentos, desobedecer las reglas, el retraerse o dejar de comunicarse con la familia.
  • En la Escuela: interés decreciente, actitud negativa, calificaciones bajas, ausencias frecuentes, faltas al deber y problemas de disciplina.
  • Problemas Sociales: amigos o pares envueltos con drogas y alcohol, problemas con la ley y el cambio dramático en el vestir y apariencia.

Algunas de estas señales de aviso pueden también ser señales indicativas de otros problemas emocionales. Cuando los padres se preocupan deben de tomar el primer paso y consultar con el médico de familia del adolescente. Si se sospecha el uso/abuso de drogas o alcohol, entonces al adolescente se le debe de hacer una evaluación comprensiva llevada a cabo por un siquiatra de niños y adolescentes o por otro profesional de la salud mental capacitado.

Los padres pueden ayudar a su hijo proveyéndole la educación a temprana edad acerca de las drogas y el alcohol, estableciendo comunicación, siendo ejemplo modelo positivo y reconociendo y tratando desde el comienzo los problemas que surjan.